Toño Bicicleta

MEDELLÍN Y PR

REGGAETON

 

 

El 30 de noviembre de 1995, los periódicos de Puerto Rico anunciaban en primera plana la muerte de Toño Bicicleta, el prófugo más buscado de la isla del encanto. Fue abatido por un policía que le disparó con una escopeta en los genitales, dejando que se desangrara lentamente.

 

 

 

¿Por qué era el prófugo más buscado? Toño Bicicleta, apodado así porque su primer delito fue robarse una bicicleta cuando apenas comenzaba a rodar su adolescencia, saltó a la palestra pública en 1968, a los 25 años, por haber asesinado a su esposa con un machete tras un ataque de celos, que él denominó “limpiar su honor”.  

 

 

 

Por ese feminicidio lo condenaron a 15 años en el Penal La Pica, de donde se escapó en 1970, aprovechando que le dieron la oportunidad de trabajar como enfermero auxiliar por su buen comportamiento.

 

 

 

Estuvo prófugo cuatro años, hasta el 12 de agosto de 1974, cuando dos civiles lo reconocieron y lo capturaron a puño limpio. En ese lapso no dejó de hacer de las suyas, lo acusaron de 77 delitos, entre ellos once violaciones a ocho mujeres. 

 

 

 

Por esos delitos lo sentenciaron a 189 años en el Penal de Sabana Hoyos, de donde se fugó por un agujero en la pared el 19 de septiembre de 1981. Una vez afuera no perdió el tiempo: ese mismo día secuestró a una exnovia, a quien mantuvo en cautiverio hasta 1984, cuando la policía allanó el escondite y la liberó, aunque Toño Bicicleta se les escapó nuevamente.      

 

 

 

Los siguientes dos años fueron de bajo perfil, tanto que circuló el rumor que estaba en Nueva York. Sin embargo, reapareció con más ímpetu en 1987, dejando su huella de terror en días consecutivos: primero asesinó a machete a su padrastro e incineró su cuerpo, y 24 horas más tarde mató a balazos a un tío materno, quemó su casa y secuestró a su esposa. A ambos los acusó de soplones, lo que más odiaba, no por nada su único tatuaje rezaba así: “Odio al chota”.

 

 

 

Finalmente, el 31 de enero de 1988, secuestró a Dahiana Pérez tras asesinar a su novio, ella tenía 14 y él 17. A ella la mantuvo en cautiverio ocho años: al principio encadenada y sometida a agresiones sexuales, y después ella desarrolló el síndrome de Estocolmo y lo secundó en algunas fechorías, por las que recibió cinco años de condena probatoria. Ella estuvo presente cuando lo dieron de baja, portaba una escopeta que no usó.   

 

 

Texto por JFR

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